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Este es el balance de la economía en el primer año de PPK

Picón & Asociados
Aug 28. 2017

Más allá de circunstancias como el escándalo de corrupción de Lava Jato y el Fenómeno El Niño, los especialistas coinciden en que hubo errores de gestión.

“Tendremos mucha más construcción, ampliación y modernización de aeropuertos, puertos, carreteras nacionales, regionales y locales, el tren de cercanías alrededor de Lima”. En su primer discurso como presidente, Pedro Pablo Kuczynski (PPK) mostró así su entusiasmo y esperanza al asumir el gobierno el 28 de julio del 2016. Doce meses después, el escenario es muy distinto.

La sucesión de eventos negativos como el escándalo de corrupción de Odebrecht, el desastre del Fenómeno de El Niño y las salidas obligadas de sus ministros de Economía, Alfredo Thorne, y de Transportes, el vicepresidente Martín Vizcarra, han cambiado el tono. Siete de cada 10 peruanos siente que la economía se ha enfriado, según una encuesta de Datum. Pero no todo se debe a los desastres y escándalos.

El exviceministro de Hacienda Carlos Oliva cree que el Gobierno falló al generar demasiada expectativa con promesas como destrabar más 18 mil millones de dólares en inversión en dos años, bajar un punto del IGV o reducir la informalidad laboral de 70% a 40% hacia el 2021. “Se prometieron cosas que no debieron prometerse y también hubo un mal diagnóstico sobre cuáles eran los problemas. Es cierto que hay proyectos trabados, pero uno no puede basar su política de desarrollo del país en destrabar proyectos”.


El presidente ha atribuido al escándalo de Lava Jato y al Fenómeno El Niño el enfriamiento de la economía. Además, aseguró que el ajuste fiscal fue una decisión suya, no del exministro Thorne.


Errores. En julio del año pasado, la economía crecía cerca de 4% y se frenó hasta un 0.17% en abril, su menor avance en casi 8 años. El Gobierno pasó de esperar un avance para este año de 4.8% a calcular ahora que crecerá solo 3%, recorte que representa que el Perú dejará de producir alrededor de 3,600 millones de dólares en el 2017.

Destrabar los grandes proyectos resultó más difícil de lo esperado, como reconoció Thorne en su momento. El caso extremo fue el aeropuerto internacional de Chinchero en Cusco, que le costó dos ministros al gabinete de Kuczynski. Primero fue Martín Vizcarra, que renunció a la cartera de Transportes y Comunicaciones horas antes de que la Contraloría emitiera un informe negativo sobre el proyecto. Menos de un mes después, un audio entre el excontralor Édgar Alarcón y Alfredo Thorne marcó su salida del ministerio de Economía.

Según el presidente de Afín (Asociación para el Fomento de la Infraestructura Nacional), Gonzalo Prialé, fue así que la política se convirtió en el principal obstáculo para el destrabe. “El rol que ha jugado el contralor es destructivo, porque lo que se ha producido es un quiebre total de la autoridad en el país, donde las decisiones técnicas han pasado a segundo lugar y la politización de los temas ha desbordado a los participantes de la economía”.

El Gobierno también cometió errores. Oliva criticó el frenazo a la inversión pública que aplicó el Gobierno en la última parte del año con el objetivo de cumplir metas fiscales, pero que terminó enfriando la economía. “Ha sido una mala idea frenar el gasto público el año pasado, eso afectó tanto las expectativas como el crecimiento de la demanda.

La inversión privada cumplió 42 meses en cifras negativas y el Banco Central de Resreva (BCR) calcula que cerrará el 2017 en rojo por cuarto año consecutivo. La inversión pública viene cayendo desde el último trimestre del 2016, pero el Gobierno espera que la reconstrucción permita revertir esa tendencia hacia fines de este año.

El escenario de menores ingresos tributarios impide la reducción del IGV de 18 a 17%, aunque para el tributarista Jorge Picón, esa promesa electoral nunca debió hacerse. “Se ofreció una bajada del IGV que a todas luces no tenía ningún sentido en un contexto en el que la recaudación estaba cayendo. Se sacó una norma en la cual se condicionaba a alcanzar una meta que era evidente que no se iba a alcanzar”.


En materia de trabajo, se están perdiendo los empleos formales. El subempleo ha comenzado a crecer, según el Ministerio de Trabajo. La reforma laboral, por su parte, aún no se concreta.


No todo ha sido negativo. Según el economista principal de Apoyo Consultoría, José Carlos Saavedra, las reformas emprendidas para simplificar la administración pública fueron positivas, pero aún no se implementan a cabalidad. “No hay que olvidar que en los primeros meses se dio algo bastante positivo: este nuevo esfuerzo para llevar a cabo reformas importantes, en particular lo vinculado a la simplificación administrativa”.

Ha sido un año complicado, pero ahora queda mirar a julio del 2018 y esperar que las fuerzas políticas empiecen a remar en la misma dirección y busquen que el proceso de reconstrucción, la inversión y las reformas empiecen a, finalmente, impulsar la economía y el crecimiento del empleo.

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